Soy Milena Flores

Hola!

Holistic Health Coach, Integrative Health Practitioner, esposa y una afortunada mamá de 3.

Me apasiona apoyar y acompañar a mujeres de 40+ a crear sistemas y rutinas eficientes para ser su versión más saludable, feliz y llena de energía.

Hace 10 años atrás, en mi vida pasada (como me gusta llamarla) podías encontrarme:

Corriendo de un lado a otro 1000 km por hora, sintiéndome estresada y angustiada gran parte del tiempo, saltándome comidas por “no tener tiempo”, cancelando mi clase de pilates por haberme desvelado junto a Netflix hasta la 1 am, buscando la energía perdida en azúcar, procesados y café, sintiendo que nunca era lo suficientemente linda, flaca o capaz y terminando el día con algún remedio para el dolor de cabeza, para el dolor de panza o para evadir la ansiedad que me generaba el hecho de saber que esa rutina no me estaba llevando a ningún lado, pero sentirme incapaz de cambiarla.

No siempre he tenido la salud, la energía, la autoestima ni la mentalidad que tengo hoy, a mis 40 años

No tenía idea como todas mis “pequeñas malas decisiones” se iban sumando y tendrían importantes consecuencias, hasta octubre del 2016.

Después de muchos meses sin prestar atención a síntomas que iban y venían, un día terminé hospitalizada por una crisis de dolor articular muy intenso, que afectaba la movilidad de mis brazos y piernas, además de los dolores de cabeza más fuertes que había tenido en mi vida. Mi sistema inmune apenas trabajaba y ya ni siquiera podía hacer las cosas más básicas por mi cuenta. 

Vi muchos doctores y los cientos de exámenes que me hicieron no mostraban nada.

¿Mi diagnóstico? Dolor crónico de origen desconocido

¿Mi tratamiento? Antiinflamatorios y antidepresivos para tolerar mejor el dolor.

Me sentí frustrada y aterrada de no tener una respuesta que me hiciera sentido. Pero hoy puedo ver como ese momento difícil me hizo sacar mi verdadera fortaleza. 

Tomé la decisión de no parar de buscar hasta encontrar el origen de lo que me estaba pasando y una verdadera solución al problema.



Empecé a leer libros, blogs y a ver muchos documentales relacionados con salud holística y medicina alternativa, y me di cuenta de que la mayoría ponía la alimentación saludable como punto de partida para sanar distintas condiciones de salud o enfermedades, así que decidí hacer lo mismo.

Partí dando pasos muy simples, porque en ese momento no sabía otra forma de hacerlo. No tenía los conocimientos y tampoco me sentía bien como para hacer cosas muy complejas.

Reemplace los procesados y el azúcar por alimentos enteros, reales y nutritivos. Enfocando mi energía en una buena alimentación, ya noté una gran diferencia y esto me motivó a implementar, poco a poco, otros hábitos saludables. Empecé a mover mi cuerpo de una forma más amable, a limitar las toxinas en mis alimentos y los productos que usaba, a respetar mis tiempos de descanso y a aplicar técnicas muy simples, pero efectivas, para poder manejar el estrés y calmar mi mente.

Fue impresionante ver cómo la inflamación empezó a disminuir y junto con ellas muchos de mis síntomas.

Y decidí hacerle caso.

Mi intuición me decía que tenía que existir una mejor forma de recuperar mi salud.

Aprendí 3 grandes lecciones

Sólo me tomó un par de meses sentirme mejor de lo que me había sentido en años…


Eso fue lo que me llevó a estudiar nutrición holística en el Institute of Integrative Nutrition (IIN) y
certificarme como Health coach, para tener más herramientas y conocimientos para seguir mejorando.

Se me abrió una puerta a un mundo fascinante que me llevó a encontrar las respuestas que buscaba y también las soluciones que me permitieron recuperar mi salud.

La mayor parte de mis síntomas se debían a niveles altísimos de inflamación en mi cuerpo, causados por una sensibilidad alimentaria severa al gluten y por un exceso de cortisol provocado por un mal (o más bien inexistente) manejo del estrés en mi vida diaria.


Lo que inflamaba y enfermaba mi cuerpo estaba en mi rutina, en mis hábitos diarios, en esas pequeñas acciones y decisiones que repetía una y otra vez.

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No debía enfocarme en tapar mis síntomas porque eran la única forma en que mi cuerpo podía mostrarme lo que realmente pasaba y llevarme a solucionarlo desde la base.


Los mayores determinantes de mi salud, mi energía y mi felicidad eran mis hábitos y rutinas diarias.


El secreto del éxito estaba en lograr CONSTANCIA en vez de perfección, y la única forma de lograr esa constancia era crear SISTEMAS simples y fáciles de implementar en una vida ocupada y con poco tiempo.

“No te elevas a la altura de tus objetivos, sino que caes a la altura de tus sistemas”

James Clear

Por esa razón el 2018, tomé la decisión de dejar atrás una larga carrera como odontóloga y ortodoncista y certificarme como Integrative Health Practitioner (IHP). Eso me permitió profundizar mis conocimientos sobre salud holística y medicina funcional y obtener más herramientas para empezar a apoyar a otras mujeres a tomar el control de su salud y bienestar en sus propias manos.

Fue la mejor decisión que he tomado, porque esto se ha convertido en mi propósito de vida.

La salud holística transformó completamente mi vida y en ese momento supe que también podía cambiar la de otras personas…

Mi cuerpo, que había estado tranquilo y en silencio por varios años nuevamente empezó a hablarme… 

  • Mi energía empezó a caer en picada.
  • Mis hormonas empezaron una revolución se hizo notar en mi piel, en mis ciclos, en mis estado de ánimo. 
  • Empecé a ver un cambio muy notorio en mi metabolismo y en mi composición corporal.
  • Los hábitos de alimentación, ejercicio y manejo de estrés que me ayudaron a sentirme increíble por muchos años ya no me estaban dando los mismos resultados.

A mis 39 años tuve que volver a poner en práctica todo lo aprendido

Mi cuerpo me estaba mostrando que había empezado una nueva etapa llamada “MIDLIFE”, que traía bajo la manga una serie de cambios no sólo físicos (metabólicos y hormonales), sino también mentales y emocionales. 

Durante este último año he estado enfocada en estudiar profundamente todos estos temas e implementando nuevos sistemas y hábitos que felizmente me han permitido devolver mi cuerpo al equilibrio y sentirme hoy, a mis 40 años, mejor que a mis 20.

ESCRÍBEME

Donde elijo quererme, escucharme, cuidarme, y darle a mi cuerpo y mente lo que necesitan para ser mi versión más saludable, feliz y llena de energía, en cada nueva etapa.

Me considero una aprendiz de la vida, de los desafíos, de mis mentores, de mis hijos (mis grandes maestros) y, sobre todo, de las personas que he podido acompañar en este camino que me apasiona.

Sería un honor poder acompañarte en tu propio camino de salud y bienestar.
Si tienes alguna pregunta o comentario no dudes en escribirme.

Con cariño,


Ser mi mejor versión se basa en un compromiso que tengo conmigo misma cada día y para toda la vida…

Mile.

MATCHA LATTE

no puedo vivir sin el

VIVIR 100 AÑOS

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COCINAR y DECORAR

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